Busca diez rastros de la huella digital que vas dejando sin ser consciente de ello.
1-
Los mensajes borrados de nuestra cuenta de
correo electrónico no desaparecen, ya que su contenido permanece en nuestro
ordenador.
2-
En las tarjetas de las cámaras digitales
permanecen las fotos, pese a borrarlas o
formatear las tarjetas.
3-
El móvil es un dispositivo al que cualquiera
puede acceder a ver nuestra intimidad, datos personales.
4-
Las fotos subidas a nuestros perfiles de las
redes sociales no desaparecen si arrepentidos las quitamos, ya que los
buscadores registran todo lo que aparece en internet y las copian, pudiendo ser
recuperables.
5-
Cuando enviamos un documento a la papelera y la
vaciamos, no borramos su contenido, ya que permanece en el disco duro, de donde
es fácilmente recuperable.
6- Cada vez que usamos Chrome, Youtube, Gmail o el
buscador, Google toma nota de nuestros gustos, horarios, localización
geográfica e intereses personales. Estos servicios no son gratis. Pagamos con
nuestra privacidad.
7-
Al conectarnos a una red wifi libre desconocida,
nuestros datos que realizamos a través de esa señal pueden ser espiados.
8-
Realizar una destrucción física del disco duro o
la tarjeta gráfica de una cámara, no evita que se pueda extraer de su interior
parte de la información que contengan.
9-
Cuando nos registramos en una red social y luego
no la utilizamos, todo queda grabado ahí.
10-
Los mensajes que enviamos vía what'sapp no están
cifrados, por lo que es fácil acceder a ellos.
Con todo esto, se concluye el peligro que corren por ejemplo los datos de los
pacientes que utilizamos los enfermeros, ya que no sería tan difícil
acceder a éstos datos que, por ser clínicos, son aún más confidenciales y
delicados.
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